De
los aproximadamente 2 millones de ovocitos primarios presentes en los
ovarios al nacer, solo unos 40.000 sobreviven hasta la pubertad, todos
ellos detenidos en el diplotena de la primera división meiótica. De
estos, únicamente unos 400 (uno por cada ciclo menstrual) llegan a ser
ovulados. El resto de los ovocitos primarios degenera.
El
óvulo, junto con las células que lo rodean, se denomina folículo. En el
embrión las ovogonias están desnudas, pero tras el inicio de la
meiosis, las células del ovario rodean en parte a los ovocitos primarios
para formar lo folículos primordiales.
En
el nacimiento, estos ovocitos primarios quedan revestidos por una o dos
capas completas de células foliculares (de la granulosa), y el complejo
constituido por ambos elementos se denomina folículo primario.
Las
células foliculares secretan un factor inhibidor de la meiosis que es
el responsable de mantener el primer bloqueo de la meiosis en la fase de
diplotena. La liberación de la inhibición meiótica poco antes de la
ovulación se asocia con el pico de hormona luteinizante y la
consiguiente separación de las conexiones efectuadas por uniones nexo.
A
medida que se configura el folículo primario, aparece una membrana
prominente, translucida y acelular entre el ovocito primario y las
células foliculares que lo envuelven, llamada zona pelúcida.
Definiciones
actuales consideran que un ovocito con más de una capa de células
granulosas es un folículo secundario. Una membrana basal llamada
membrana granulosa rodea las células epiteliales de la granulosa del
folículo secundario. Un grupo adicional de cubiertas celulares
derivadas del tejido conjuntivo ovárico (estroma) comienza a formarse
alrededor del folículo en desarrollo una vez que las células de la
granulosa en torno a él han alcanzado un grosor de dos o tres capas.
Denominada inicialmente teca folicular, está cubierta se diferencia más
tarde en dos capas: una teca interna muy vascularizada y glandular y una
capsula externa más parecida al tejido conjuntivo, llamada teca
externa. Las primeras células de la teca parecen secretar un factor de
angiogénesis, que estimula la proliferación de los vasos sanguíneos en
dicha capa.
El
desarrollo inicial del folículo se produce sin una influencia hormonal
significativa, pero según se acerca la pubertad, la maduración folicular
ulterior requiere la acción de la gonadotropina hipofisaria hormona
foliculoestimulante (FSH) sobre las células de la granulosa, que ya
expresa receptores para la FSH. Las células de la granulosa estimuladas
producen pequeñas cantidades de estrógenos. La señal más clara del
desarrollo posterior de algunos folículos es la presencia de un antro,
que es una cavidad llena de un líquido llamado líquido folicular.
Las
células que rodean el ovocito se denominan células cumulares, y las que
están situadas entre el antro folicular y la membrana granulosa se
denominan células granulosas parietales.
El
aumento de tamaño del folículo se debe en gran medida a la
proliferación de las células de la granulosa. El estímulo responsable de
esta proliferación es una proteína señalizadora que se produce en esta
misma zona, la activina.
En
respuesta al estimulo de las hormonas hipofisarias, los folículos
secundarios fabrican cantidades importantes de hormonas esteroideas. Las
células de la teca interna poseen receptores para LH, también secretada
por la adenohipófisis. La teca interna produce andrógenos
(testosterona), que atraviesan la membrana granulosa hasta llegar a las
células de la granulosa. La influencia de la FSH induce en estas células
la síntesis de la enzima aromatasa que convierte los andrógenos
procedentes de la teca en estrógenos (17β-estradiol). El estradiol
estimula la formación de receptores de LH en las células de la
granulosa. Mediante este mecanismo, las células foliculares son capaces
de responder al gran pico de LH que precede inmediatamente a la
ovulación.
Por
efecto de múltiples influencias hormonales, el folículo aumenta de
tamaño con rapidez y presiona contra la superficie del ovario. En este
momento se denomina folículo terciario (de De Graaf). Entre 10 y 12
antes de la ovulación, se reanuda la meiosis.
El
ovulo, ahora un ovocito secundario, se localiza en un pequeño montículo
de células que se llama cúmulo ovífero. Factores liberados por el
ovocito, atraviesan las uniones nexo hacia las células del cumulo
circúndate, estimulando a estas a secretar ácido hialurónico hacia el
espacio intercelular. Este espacio aumenta de tamaño, expandiendo el
cúmulo ovífero. En paralelo el diámetro del folículo aumenta desde unos
6mm al principio de la segunda semana hasta casi 2cm en la ovulación.
El
folículo terciario protruye en la superficie del ovario como una
ampolla. Las células foliculares secretan grandes cantidades de
estradiol, que prepara a muchos otros componentes del aparato
reproductor femenino para el transporte de los gametos. El folículo
ahora está listo para la ovulación y espera el estimulo del pico
preovulatorio de FSH y LH, liberadas por la hipófisis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario